ANURADHAPURA (අනුරාධපුරය en cingalés, அனுராதபுரம் en tamil)
Fotos: poblado-monasterio de Vessagiriya
Fotos: palacio de Ravana
La ciudad de
Anurahdapura conserva las huellas del pasado en el que fue capital del reino de
Sri Lanka durante catorce siglos. Se trata de un entorno con dos grandes lagos,
a lo largo de cuyas riberas orientales se distribuyen las antiguas
edificaciones. En la región sur del lago inferior, llamado Tissa Wewa, están
los restos más antiguos que forman Vessagiriya, un monasterio budista formado
por viviendas excavadas en la montaña fundado hace dos mil quinientos años, es
decir al poco de llegar el budismo a la isla, en el que llegaron a vivir más de
quinientos monjes. Utilizaban la escritura brahmi, que se puede apreciar todavía
en algunas paredes rocosas.
Un par de
kilómetros hacia el norte se llega al Isurumuni viharaya, palacio en el que se
dice que nació el rey Ravana hace 5000 años. Este personaje mitológico está
rodeado de ambigüedad: por una parte, encarna al malo de la película en el
Ramayana al secuestrar a Sita que, de alguna manera, representa el poder del Trimurti
ya que su esposo Rama es un avatar de Vishnú. En realidad, el deseo de Ravana
es someter a los dioses bajo su mando. Es bisnieto de Brahma y posee diez
cabezas que le facultan para ser un gran erudito, astrólogo, médico y músico. En
muchos lugares es reconocido como divinidad y adorado en templos dedicados a él
en los que se ponderan sus muchas virtudes y habilidades, entre las que no es
un mérito pequeño el de haber construido una máquina para volar. Hace algo más
de dos mil años se construyó en su lugar un templo budista precedido de un
hermoso estanque de lotos.
Fotos: jardines de Ranmasu Uyana
La siguiente
parada muestra los jardines de Ranmasu uyana, que debieron ser magníficos en su
etapa de esplendor por su tamaño y original distribución. Los cursos de agua
que lo atraviesan alimentan varias fuentes en cuyas paredes se labraron figuras
de elefantes. Otras esculturas que adornaban el lugar, como la de los amantes
de Isurumuniya, se exhiben en un pequeño museo. En un rincón de los jardines
sobre una pared extraplomada se puede ver un llamativo petroglifo circular de
dos metros de diámetro que parece representar un mapa astronómico con palabras
en brahmi. Algunas personas han querido ver en ella una prueba de la presencia
extraterrestre en la zona.
Foto: estupa de Mirisavatiya
Ya terminando la
orilla del lago Tissa se yergue una enorme estupa conocida como Mirisavatiya
dagaba que, como determinan las normas tanto hindúes en monumentos análogos
como budistas en este caso, debe ser recorrida en sentido horario si se desea
adquirir méritos. El budismo, igual que ocurre en el jainismo y el sijismo,
conserva la creencia hindú en el ciclo de las reencarnaciones. Por tanto, el
creyente debe esforzarse en adquirir méritos si quiere liberarse de él y
alcanzar el moksha o nirvana. Con este fin se impone diversas
austeridades, visita lugares sagrados, etc.
Fotos: Jaya sri maha bodi
Pero el lugar de
culto más importante de la zona, y del país entero, es el Jaya sri maha bodi,
el templo construido alrededor de la higuera sagrada más antigua entre los
plantadas a partir de esquejes de la que ofreció sombra al príncipe Sidharta en
su iluminación hacia la budeidad. Se dice que tiene dos mil trescientos años. Aquí
vienen devotos de todo el país, vestidos de blanco en señal de respeto y humildad,
se sientan en el suelo del patio exterior, rezan y meditan. Las ofrendas
realizadas al árbol sagrado parecen especialmente eficaces para tener buenos
partos y generosas cosechas de arroz. El
enorme baniano está protegido por varias barandillas y tiene varios altares
cubiertos a su alrededor. Muchos de los peregrinos adoptan una expresión
extática mientras recitan sus mantras, saben que están en el lugar más adecuado
de Sri Lanka para comunicar con la esencia de la espiritualidad.
Como otros
recintos sagrados, Anurahdapura contiene muchos otros templos, estupas y monumentos,
algunos con elevadas tarifas, que permiten demorar la visita varios días.
Comentarios
Publicar un comentario