KOCHI (കൊച്ചി)
Foto: redes chinas.
Kochi o Cochin es
una ciudad del norte de Kerala que, con la conurbación de poblaciones vecinas,
reúne más de dos millones de habitantes. La parte más atractiva es la que queda
junto al mar, que se denomina Fort Kochi ya que albergó en el pasado las
fortalezas defensivas levantadas por los colonos europeos (sucesivamente
portugueses, holandeses y británicos). De estos bastiones queda en la
actualidad poco más que algunas ruinas diseminadas. A lo largo de la costa se
pueden ver complejos sistemas de redes de pesca que se pueden elevar desde
tierra mediante bastidores y poleas. Hoy en día estos artilugios conocidos como
redes chinas no pasan de ser un objeto turístico ya que las aguas están
bastante contaminadas y la pesca en este lugar hace tiempo que dejo de ser
rentable.
Fotos: barrio judio. En la foto central se ve una barca-serpiente. Abajo: tienda de kumkuma.
Mas al sur en
este mismo barrio hay un antiguo barrio judío que ha sido transformado en área
de restaurantes y tiendas de recuerdos para visitantes. Sigue en pie y
funcionando, no obstante, la antigua sinagoga Paradesi del siglo XVI que
levantaron los hebreos expulsados de Europa en su éxodo asiático y una torre
con reloj construida durante el dominio holandés, tres siglos más tarde. Hoy
día la comunidad judía de Kochin apenas cuenta con unos cientos de creyentes.
Poco más de la
mitad de los habitantes de Kerala son hinduistas, una cuarta parte son
islámicos y menos del veinte por ciento cristianos. Estos últimos están
divididos en numerosas organizaciones, bastantes de las cuales siguen el ritual
siríaco.
Entre los
diversos objetos que India ofrece al visitante como souvenir (artesanías, ropa
tradicional, especias, té, etc) hay uno que llama mucho la atención por su
colorido, se trata del Kumkuma. Son polvos de vivos colores que se
utilizan para hacerse el bindi (tika) en mitad de la frente o el sindoor
en el nacimiento del pelo las mujeres casadas. Hay muchos otros diseños para
adornar la frente que indican la adoración a distintos dioses o la pertenencia
a un determinado grupo social. Tienen muchos otros usos decorativos, para hacer
pinturas o para celebrar el Holi en marzo, un festival en el que la
gente por la calle se arroja puñados de colorines en seco o disueltos en agua.
Es de buena educación regalar un poco de kumkuma a las visitas cuando se van.
Fotos: teatro Kathakali.
Existen centros
culturales en Kochi donde disfrutar de una aproximación a la música y el teatro
hindúes. Ofrecen conciertos de sitar, sesiones matutinas de relajación con raga
cantado y tabla, danzas de diversos tipos, pero la estrella es el Kathakali, un
tipo de teatro característico de Kerala. Al natural se puede disfrutar del
mismo en ciertas ocasiones en que se representa en el interior de los templos
durante toda la noche, pero no es fácil que nuestra visita de pocos días a la
ciudad de Kochi coincida con uno de esos eventos. Las versiones que se muestran
en los centros culturales incluyen introducciones en las que se explica al público
en inglés el significado de lo que van a presenciar. Las performances suelen
evocar fragmentos del Mahabharata, que reúne la mayor parte de mitos y leyendas
de la cosmovisión hindú.
Según el
Mahabharata Bhima el pandava (hijo de Pandu) es enviado al bosque de
Badarikasrama para buscar la flor Saugandhika. Alla reside su medio hermano
Hanuman, el mismo que había ayudado a Rama a rescatar a la princesa Sita con su
ejército de monos, que decide ponerle a prueba disfrazándose de mono anciano y
desvalido que le obstruye el camino. Bhima no es capaz de apartarlo y,
sospechando que se trata de un ser superior, le invita a revelar su identidad.
Hanuman se descubre y los dos se abrazan, Bhima recibe de su hermano un poder
especial que le será útil en su próxima guerra contra los kauravas (hijos de
Kuru).
Los actores del
teatro Khatakali son siempre hombres. El proceso de maquillaje es tan largo y
complejo que se invita a los espectadores a presenciarlo. Tras una hora
comienza la función con la llegada de músicos y vocalista. Los actores se
expresan moviendo por separado o en conjunto todos los músculos faciales,
incluyendo diversos giros de los ojos, así como mediante posiciones concretas
de los pies y las manos en una prodigiosa exhibición de control corporal. Es
esencial en este proceso una música intensamente sincopada, con continuos
cambios de estructura rítmica por parte de las tablas, aunque condescendiente
con los oídos poco aguzados gracias al calor del canto.
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